Declaración del secretario Antony J. Blinken
IDAED / U.S.A. Department of State.
Esta semana, las Américas celebran el vigésimo aniversario de la Carta Democrática Interamericana (CDI), una afirmación histórica de que los pueblos de América tienen derecho a la democracia y que los gobiernos de la región tienen la obligación de promoverla y defenderla.
Promovida por nuestros líderes en la Tercera Cumbre de las Américas y aprobada por todos los miembros de la Organización de los Estados Americanos el 11 de septiembre de 2001, la CDI representa un compromiso de que las Américas deberán observar los principios de democracia; que la soberanía reside en el pueblo; que el Estado de derecho debe defender las libertades individuales; que los derechos humanos corresponden a todas las personas; que la libertad económica fomenta la prosperidad que puede sacar de la pobreza a millones de personas, y que las libertades políticas y económicas son instrumentos que contribuyen a la paz duradera.
Los últimos dos años nos han demostrado que la democracia es frágil y que los pueblos de las Américas deben mantenerse alerta para protegerla. Por eso, en diciembre de este año, el presidente Biden organizará una Cumbre sobre Democracia, que ofrecerá una oportunidad de que actores de los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado impulsen estos ideales y den cuentas por los compromisos públicos que ya hemos asumido. Ratificaremos nuestra determinación de promover y defender la democracia y los derechos humanos en el hemisferio cuando el presidente Biden celebre la Novena Cumbre de las Américas en el verano de 2022.
Como lo manifestó el entonces secretario de Estado Colin Powell al aprobarse la CDI, quienes no creen en la democracia “no pueden destruir a nuestra sociedad, ni nuestra fe en la forma de vida democrática”. La democracia implica un arduo trabajo que no se cumple solamente en los días de elecciones, sino todo los días. Hoy, al reflexionar sobre este importante aniversario, debemos renovar nuestro compromiso de defender la democracia, establecer y fortalecer instituciones que sean más inclusivas y eficaces, proteger el papel fundamental que desempeña la sociedad civil independiente y honrar la dignidad inherente a cada persona.
