El Banco de Venezuela, el mayor del país, informó que hará una venta progresiva de su capital social, como parte de un plan anunciado por el presidente Nicolás Maduro para capitalizar a empresas públicas golpeadas por la falta de inversión.
Idaed / Eleconomista
El estatal Banco de Venezuela, el mayor del país, informó este miércoles que venderá hasta el 10% de sus acciones, como parte de un plan anunciado por el gobierno del presidente Nicolás Maduro que busca capitalizar empresas públicas golpeadas por la falta de inversión.
“El Banco de Venezuela (BDV) informa que dará inicio a la oferta pública de 5% hasta 10% progresivamente de su capital social”, indicó la entidad financiera en un comunicado difundido en redes sociales.
Esta oferta pública “es el primer paso entre las empresas públicas venezolanas para ofrecer en el mercado de valores la posibilidad de participación a los ciudadanos, ciudadanas y a los actores económicos privados, nacionales e internacionales, interesados en participar en el desarrollo del país a través de instrumentos de democratización económica”, añadió el texto.
El banco es la única empresa estatal que anunció una venta de acciones, aunque por el momento no ofreció detalles de cuándo comenzará formalmente el proceso.
Maduro anunció hace dos semanas este plan de apertura de capital de empresas públicas, que en principio también incluirá la telefónica CANTV. La venta debía comenzar el lunes 16 de mayo, pero terminó atrasándose sin explicación.
La Bolsa de Valores de Caracas, que ha celebrado el plan del gobierno, redifundió el mensaje del Banco de Venezuela sin aportar más detalles.
El BDV, el mayor del país con 15 millones de clientes, fue una de las empresas nacionalizadas durante el gobierno del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013). Estuvo bajo control del Grupo Santander de España entre 1994 y 2009 cuando se formalizó el traspaso de sus acciones al Estado.
Desde el año pasado, algunas ONG como Transparencia Venezuela informaban que el gobierno estaba en negociaciones con privados para entregar empresas estatales, identificando casos vinculados a los sectores agroalimentario, turismo y manufacturero.
A raíz del desplome de la industria petrolera venezolana y los efectos de las sanciones financieras encabezadas por Estados Unidos para tratar de sacarlo del poder, Maduro se vio obligado a relajar los controles que han dominado la economía venezolana en las últimas dos décadas.