Una poderosa banda de Caracas impuso un toque de queda después de que varias redadas policiales dejaron una docena de personas muertas, otro ejemplo de cómo los intentos por erradicar a la banda han desencadenado una escalada de violencia y puesto en peligro a los habitantes de la zona.
RL / Idaed / InSightCrime
El 4 de febrero, el pran Wilexis Alexánder Acevedo Monasterios, alias “Wilexis”, obligó a los residentes del barrio José Félix Ribas en el distrito Petare, al este de Caracas, a encerrarse en sus casas, según información publicada por El Estímulo.
El toque de queda desde las 5 de la tarde ordenaba parar actividades a los establecimientos comerciales y el transporte público, como consta en los mensajes de audio enviados por la banda a través de WhatsApp a los residentes locales, y a los cuales accedió InSight Crime.
El toque de queda se ordenó después de la muerte de 11 personas en el barrio José Félix Ribas, cuando la policía hizo una redada en el lugar, como informó El Pitazo. Un líder comunitario, entrevistado por InSight Crime bajo condición de anonimato, afirmó que el saldo de muertes puede acercarse más a los 14.
Antes de los operativos, había estallado un conflicto entre la banda de Wilexis y sus rivales, Los Chicorrios. Durante las redadas, la policía ejecutó a miembros de ambas bandas, incluidos dos miembros de Los Chicorrios y el primo de Wilexis, identificado como alias “Chiripa”. Además, se dice que a un menor de 13 años le cortaron la garganta y le sacaron la lengua presuntos integrantes de Los Chicorrios aparentemente por haber entregado información a la policía.
El fallido operativo policial y el toque de queda que siguió indican que Wilexis sigue controlando su plaza fuerte. Wilexis es uno de los narcos más importantes de Caracas, y gran parte de su poder se debe a sus violentos seguidores dentro de Petare y en sus alrededores, donde su banda entrega regalos a las familias necesitadas y reparte cajas de alimentos subsidiadas por el gobierno.
Ya en operativos anteriores, en 2020 y 2021, la policía había intentado sacar a la agrupación. Al igual que en el nuevo operativo, hubo muchos muertos en esas incursiones. Y un exfiscal acusó a las autoridades de ejecuciones sumarias.
A pesar de la presión por parte de las autoridades, en octubre del año pasado, Wilexis intentó expandir su control a otros barrios, como San José de Petare, La Dolorita y 5 de Julio, según relató un oficial de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES), quien solicitó que se reservara su identidad por motivos de seguridad, en entrevista con InSight Crime en noviembre pasado.
La expansión de Wilexis parece haber motivado al gobierno a renovar los esfuerzos por expulsarlo, y en el marco de las redadas, la muerte de Chiripa puede suponer un golpe para su banda. Varios residentes de José Félix Ribas comentaron a InSight Crime que Chiripa era muy cercano a Wilexis y actuaba como su lugarteniente principal, razón por la que él personalmente controlaba varios sectores del barrio.
La lealtad y el temor que Wilexis inspira en José Félix Ribas —una comunidad que salió a protestar en las calles a instancias del mismo pran— dificultará la erradicación de su influencia, aun en el escenario actual en que la banda enfrenta simultáneamente a sus rivales y a las fuerzas de seguridad.