Los presos políticos, civiles y militares, recluidos en la cárcel Militar de Ramo Verde, denuncian complicidad y denegación de la justicia por parte de los abogados Dusay de La Cruz Dueñas González y Luis González
Rl / Idaed / Infobae
Los presos políticos, civiles y militares, recluidos en la cárcel Militar de Ramo Verde, a cargo de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) denuncian complicidad y denegación de la justicia por parte de los abogados Dusay de La Cruz Dueñas González y Luis González, de la Fiscalía Nr. 32 de derechos Fundamentales con sede en el piso 8 del edificio del Ministerio Público en las esquinas de Ánimas a Platanales, Caracas.
Durante dos años consecutivos, esos dos fiscales han visitado los centros de reclusión, sitios donde ocurren violación de derechos humanos, con tortura e incumplimiento al debido proceso. Esos fiscales visitan a los detenidos, acompañados de un médico y un fotógrafo forense: han tomado fotos de las huellas y evidencias de las torturas y haciéndoles firmar una hoja de entrevista.
Dusay Dueñas y Luis González no han abierto ninguna averiguación penal contra los perpetradores de tortura y están ocultando las denuncias que les han formulado los detenidos, quienes han señalado claramente nombres y apellidos de los torturadores. Ha sido recurrente los nombres del general Rafael Antonio Franco Quintero, GD Carlos Ramón Enrique Carvallo Guevara, capitán José Torres alias Cubiro, Teniente Coronel Alexander Enrique Granko Arteaga, teniente de Navío Abel Reinaldo Angola García alias Aureliano, teniente Gabriela Alas Caballero, teniente Isaac Esteves y el Mayor Néstor Neptalí Blanco Hurtado.
Entre los casos está el del general (Av) César Mejías Camacaro, quien era amigo personal del dirigente político Carlos Lanz, quien desapareció, sin que haya habido una investigación efectiva par dar con su paradero.
El coronel Asdrúbal Brito Hernández y el TN Angola García han amenazado al general Mejías de presentarlo ante un tribunal si Lanz no aparece.
Al general Mejías lo tienen recluido en una habitación con aire acondicionado, nevera, cocina, televisión, le permiten con regularidad salir al patio, le permiten una hora de llamada telefónica, aunque con estricta vigilancia de un custodio de la DGCIM. Los funcionarios le dicen que él no está preso, pero el oficial lleva más de un año en esa situación y que así estará hasta que aparezca Carlos Lanz.
Los vehículos que usan los funcionarios de la DGCIM para perseguir y secuestrar a sus víctimas siempre son los mismos Toyota Hilux de color azul 46-OAC, Toyota Fortuner color gris placas AK-370.AG, y para llevarse gente de las casas u oficinas también utilizan carros Chery y Orinoco color blancos, tipo taxi, sin placas.
La huelga de hambre
El desespero, la ansiedad y el miedo por su familia, sus padres, su esposa, sus hijos, la destrucción de una carrera brillante, que lo había llevado a ser el más destacado de su promoción, el oficial joven con un prometedor futuro, conduce al teniente coronel (Ej) Igbert José Marín Chaparro a lanzarse en una peligrosa huelga de hambre que lleva 9 días.
El joven oficial inició la acción cansado de que hayan violado sus derechos humanos y el debido proceso, que lo hayan sometido a una brutal tortura psicológica que incluye no permitirle, por largos períodos, ver a sus hijos pequeños, tampoco llamadas ni el contacto físico.
Junto con Igbert, recluido desde marzo 2018 en la DGCIM, en la llamada burlonamente Casa de Los Sueños, también ha sufrido su familia, sus padres, esposa e hijos, ahora con el temor que la indiferencia de los funcionarios de la DGCIM y del Ministerio Penitenciario lo dejen morir en esa sede de Boleíta, Caracas.
Marín Chaparro arrancó la huelga de hambre por varios puntos:
Primero:
1) Exige la visita de una comisión de la oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los DDHH; la delegación de Bachelet en Venezuela no ha sido todo lo eficiente que los familiares de los presos políticos esperaban. Y esos delegados se han negado a acompañar a los familiares para constatar las condiciones de violación de DDHH de los presos en los centros de tortura de la DGCIM y SEBIN.
2) Igbert pide la presencia del Comité de la Cruz Roja Internacional.
3) Visita del encargado de negocio de la Unión Europea.
4) Atraer la atención del Nuncio Apostólico de la Santa Sede.
La intención del joven oficial es que se verifique in situ, en la Casa de los Sueños, “los tratos crueles, inhumanos y degradantes a los cuales somos sometidos a diario, y yo particularmente, por dos años consecutivos”.
Segundo: Solicita que una Comisión de la Fiscalía General de la República y de la Defensoría del Pueblo verifique In Situ la misma situación, dando curso a la respectiva denuncia ante los citados organismos y ante la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI), por el uso sistemático de torturas y tratos crueles, los secuestros en la Casa de los Sueños y demás presos políticos del país.
Tercero: “Solicito la eliminación de la Casa de los Sueños como depósito de Seres Humanos y centros de Torturas y violaciones a los derechos fundamentales”.
Cuarto: “Solicito la liberación de todos los presos políticos civiles y militares del país, a través de verdaderos indultos que se respeten y den fe de la voluntad de construir un país plural y democrático, apegado a la Constitución Nacional”.
Quinto: “Solicito la reanudación de la Mesa de Diálogo Nacional dirigida por el Reino de Noruega e incluir la presencia de una Delegación de ex-presos políticos como muestra del deseo de conciliación nacional y de verdadera justicia para lograr la paz, la democracia y la felicidad del país”.
Marín Chaparro es el alférez mayor de la promoción 1999 “Coronel Miguel Antonio Vásquez”. Siempre ascendió de número uno hasta que llegó al grado de Teniente Coronel; siendo Comandante del Batallón Ayala fue detenido después de haber reclamado mejores condiciones para los soldados, lo acusaron de estar relacionado a una conspiración, lo imputaron por Traición a la Patria e Instigación a la Rebelión, lo condenaron a 7 años y 6 meses en un juicio exprés, con testigos amañados de la DGCIM.
Desde el 21 de diciembre está en huelga de hambre. Un custodio, en conversación con Infobae, asegura que no quiere recibir alimento alguno, que manifestó firmeza en su convicción y se negó a recibir visitas o llamadas de quienes quisieran hacerlo desistir de la decisión que tomó.